Cafés vintage, artistas retratando a alguna pareja, señoras comprando flores en un mercado local o jóvenes con baguettes bajo el brazo. Esas son algunas de las imágenes que se nos vienen a la mente al pensar en París. Los viajeros acuden en masa desde todas parte del planeta para experimentar su imponente belleza.
Recorre sus calles adoquinadas, cena bajo la luz de las velas en algún rinconcito con vista al sena, sube la torre Eiffel y despide el día desde el Montmatre.