Huellas de la guerra que aún permanecen, calles adoquinadas y rincones encantadores
Nuestro paso por Bosnia fue fugaz. Pero fue casi un flechazo, como esos amores a primera vista, donde con solo un cruce de miradas sucede todo. Aunque quizás al otro día no volvamos a ver a esa persona, siempre quedará grabada.
En Mostar recorrimos sus pequeñas calles adoquinadas, nos levantamos temprano para ver el amanecer en su puente viejo y comimos sus delicias observando el río.
Mostar es increíble, pero no solo hermosa. Además está llena de historia. Lo verás en cada uno de sus muros, en su río, en sus edificios, en su gente. Pero también pueden verse sus heridas y no solo las superficiales, la de los edificios, sino las que quedan en las personas. Esas que cuestan mucho más sanar.
Luego será el turno de visitar algunos tesoros aún poco explorados por los turistas como la bella cueva en Blagaj, la virgen de Medujorje y las bellas cascadas de Kravica.
Bosnia es un país para recorrer sin prisa, con el tiempo suficiente para escuchar la historia de sus habitantes y la de sus edificios.
Moneda: la moneda de bosnia es el marco bosnioherzegovino o convertible. 0,51 Km es 1€
Cuándo ir: la mejor época para visitar Bosnia es durante los meses de mayo, junio, mediados de septiembre y principios de octubre cuando los precios bajan un poco y la temperatura sigue siendo agradable
Idioma: bosnio (es una de las variantes del serbocroata estándar)